miércoles, 27 de marzo de 2013

Los tres cerditos

Sagrario nos envía una versión de esta popular canción que su madre, Sagrario Arroyo, le cantaba cuando se iban a dormir.

LOS TRES CERDITOS

"Los tres cerditos ya están en la cama
muchos besitos les da su mama,
y calentitos los tres en pijama
pronto, muy pronto, los tres dormirán.

Uno soñaba que era un rey,
y que al momento pide un pastel,
a su ministro le hizo traer
quinientos pasteles solo para él.

Otro soñaba que en el mar,
en una lancha se iba a bañar,
pero de pronto se despertó,
se cayó de la cama
y se puso a llorar.

El más pequeño de los tres,
un cochinito, lindo y cortés,
solo soñaba, en trabajar
y poder ayudar a sus pobres papás."

Jardinera tú que riegas

Sagrario nos envía esta canción de corro. 
Las chicas del pueblo, Moratilla de los Meleros, jugabamos y la cantabamos.
Dice así:

JARDINERA TÚ QUE RIEGAS

"Jardinera tú que riegas
en el jardín del amor,
de las flores, que tú riegas,
dime ¿cuál es la mejor?

La mejor es una rosa,
que se viste de color,
del color que se le antoja,
y verde tiene la hoja
y verde tiene la hoja.

Tres hojitas tiene verdes,
y las demás encarnadas,
a ti, te vengo a escoger
por ser la más resalada,
por ser la más resalada."

sábado, 16 de marzo de 2013

Refranes

Recibimos un par de correos fantásticos de María Pastor con una retahíla de refranes que aprendió de su bisabuelo José Pradillo Moratilla, nacido en Guadalajara y autor, entre otros, del libro Un día en Guadalajara, y dejó a medias otro libro de refranes, de los que gustaba y usaba a menudo, nos dice su bisnieta: "Cuentan que un día sus compañeros en las tertulias del casino, le permitieron hablar todo lo que quiso. Le gustaba mucho hablar al Pradillo, y aquella vez, le dejaron solo y le tiraron de la lengua. "No le interrumpáis, dejadle hablar", conspiraron entre todos. Querían contar cuántos refranes era capaz de hilvanar, uno detrás de otro, todos seguiditos y sin parar. Llegaron a apuntarle más de 40 en quince minutos. "

Genio y figura hasta la sepultura.
El muerto al hoyo y el vivo al bollo.
No está el horno para bollos.
En tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera.
Te casaste, la cagaste.
De casta le viene al galgo ser rabilargo.
De padres gatos, hijos mininos.
De tal palo, tal astilla.
El hijo de la gata, ratones mata.
A quien la familia parece, honra merece.
A nadie le huelen mal sus pedos, ni le parecen sus hijos feos.
Con dos pedos y una bufa, la cama como una estufa.
Quien mea claro y pee fuerte, enseña los huevos a la muerte.
Donde tengas la olla, no metas la polla.
Quien guarda, halla.
Quien guarda halla y halló un cuerno.
Lo que se aprende en la cuna, dura.
Lo que en la leche se mama, en la mortaja se derrama.
Besos y abracijos no hacen hijos pero son preparatijos.
Ni en invierno ni en verano ponga sobre la piedra el ano.
Así como el mulo, así caga el culo.
Al asno y al burro la carga al culo.
Lamiendo culos subió Miguel y ahora le lamen el culo a él.
Hombre refranero, hombre puñetero.
Mujer que al andar culea, bien sé yo lo que desea.
Repetido y a la larga, hasta lo más dulce amarga.
En Guadalajara lo que se promete hoy, se olvida mañana."

Tres dichos:
"¡Qué tendrá que ver el culo con las témporas!
[Cuando a una niña le viene la regla:] Ya le han florecido los granados.
Salir de Málaga para llegar a Malagón."

Y esta canción que también nos manda María, que canta su madre a sus hijos:
"A dónde va la culona, moviendo el culo?
A la pescadería, a comprar besugo.
Y el pescadero le dice,
que no hay besugo.
Y entonces la culona, menea el culo."

viernes, 15 de marzo de 2013

La cabra de los montes carrascales

Marcela le contaba a Cristina este cuento en Brea de Tajo:
"Había una vez una familia compuesta por el padre, que era labrador, la madre y siete hijos entre niños y niñas.
Un día que iban a comer al ver que no quedaba vino en la jarra dijo el padre a la hija mayor:
-Coge la jarra y baja a la cueva a por vino para servirlo en la comida.
La hija cogió la jarra y bajó a la cueva pero nada mas abrir la puerta vio una cabra enorme con los pelos del lomo erizados que le dijo:
- Yo soy la cabra de los montes Carrascales que se comió cien capitales y tambien te comere a ti.
Abrió la boca y de un bocado se tragó a la chica. Como tardaba en subir dijo el padre al hijo mediano:
- Baja a la cueva y dile a tu hermana, que se habrá entretenido con una musaraña, que el vino es para hoy y la estamos esperando para comer.
Bajó el segundo hijo a la cueva y nada más abrir la puerta le vio a la cabra que le dijo:
-Yo soy la cabra de los montes Carrascales que se comió cien capitales, a tu hermana y tambien te comeré a ti.
Abrió la boca y entero se lo tragó. Como tardaban los dos chicos el padre mandó al tercero.
-Baja a la cueva y les dices a tus hermanos, que seguramente están hablando de cualquier tontería y no se acuerdan que el vino es para comer, que como tenga yo que bajar se van a enterar.
El tercero de los hijos fue a la cueva como le mandó su padre y al abrir la puerta, la cabra, al igual que a sus hermanos, le dijo:
-Yo soy la cabra de los montes Carrascales que se comió cien capitales, a tus dos hermanos y también te comeré a ti.
Y también se lo comió.
Así uno tras otro el padre fue mandando a todos sus hijos a la cueva a por el vino y uno a uno se los fue comiendo la cabra .
Como ya no le quedaban hijos que mandar a por el vino muy enfadado porque no subian bajó él a la cueva y también al abrir la puerta la cabra le dijo:
-Yo soy la cabra de los montes Carrascales que se comió cien capitales, a todos tus hijos y también te comeré a ti.
El padre más rápido que los hijos cerró la puerta y la cabra no se lo pudo comer.
Cuando subió a la casa  le contó a su mujer por qué no subían los chicos con el vino y fue a buscar la escopeta para matar a la cabra pero su mujer llorando le dijo:
-No puedes disparar a la cabra porque matarás a nuestros hijos que los tiene dentro de la tripa.
Estaban los dos llorando amargamente cuando vieron pasar una hormiga que al verlos llorar con tal desconsuelo les preguntó.
-¿Por qué llorais tan desconsoladamente?
-Porque tenemos en la cueva a la cabra de los montes Carrascales que se comió cien capitales, a nuestros hijos, y también nos quiere comer a nosotros y no sabemos cómo matarla sin que mueran nuestro hijos también.
Dijo la hormiga:
-Si es por eso no os preocupéis. Yo lo solucionaré fácilmente, me subiré por la pata hasta llegar a su culo y allí bailando, bailando la haré rabiar.
Así lo hizo la homiga, se puso a bailar en el culo de la cabra produciéndola tal picor que la cabra estaba que rabiaba por no poder rascarse con ninguna pata, de tal manera que reventó de rabia saliendo los hijos del labrador felices y contentos.
¡Qué alegría tenían todos cantando y bailando alrededoar de la hormiga!
El padre en agradecimiento le dijo a la homiga que pidiera lo que quisiera que se lo pagaría por el favor tan grande recibido al salvar a sus hijos. La homiga no quería nada pero el padre la quiso obsequiar con diez fanegas de trigo a lo que la hormiga avergonzada le dijo:
-¡Ay! no, no. Mi molinito no muele tanto, mi costalito no cabe tanto.
Entonces el labrador le ofreció una fanega y la hormiga volvió a repetir.
-No, no. Mi molinito no muele tanto, mi costalito no cabe tanto.
El labrador le fue ofreciendo cada vez una medida menor, media fanega, una cuartlla, un celemín... y la hormiga siempre decia lo mismo:
- No, no. Mi molinito no muele tanto, mi costalito no cabe tanto.
Asi fueron bajando bajando hasta que el labrador le ofreció un solo grano  de trigo y esta vez la hormiga aceptó el pago del labrador, cargó con el grano de trigo y se fue con él tan contenta a su homiguero dejando al labrador y a su familia que desde entonces fueron felices y comieron perdices con el vino que subían de la cueva en la que ya no estaba la cabra de los montes Carrascales."

lunes, 11 de marzo de 2013

Hola don Pepito


Cristina, de Brea de Tajo, nos cuenta este chascarrillo tan popular: 


-¡Hola don Pepito!
--¡Hola don José!
-¡Caramba, caramba, qué gordo está usted!
-- Me fumo mi puro, me tomo mi té, por eso me llaman lo mismo que a usté.
-¿Pasó usté por casa?
-- Por casa pasé.
- ¿Y qué le dijeron?
-- ¡Mierda para usté!.
- Me cago en su tío.
-- Y yo en el de usté.
-¡Adiós don Pepito!
--¡Adiós don José!

jueves, 7 de marzo de 2013

Coplillas y dichos

Belén nos envía más textos de su abuela Juana Guillén Perruca, de Molina de Aragón. 
Unas cuantas coplillas y, al final, algunos dichos.

"El día que yo nací, 
acababa de nacer,
y a los quince día justos, 
ya tenía medio mes.

Pájaro, pájaro, pájaro,
de las alas azulejas,
si se mueren las jóvenes…
¿qué haremos con tantas viejas?.

Me estoy haciendo un vestido 
del color del chocolate,
para que las envidiosas lo vean, 
pero no lo caten.

¡Ay!, mi abuelita la pobre, 
¡qué faldas usaba!
en la casa que hiciera dos trajes, 
la casa arruinaba.
Eres como el gallo inglés, 
que a todos les pones cara,
pero a mi no me lo harás, 
porque te conozco, maña.

Con las alas de un mosquito, 
hizo una levita un gato
y con las recortaduras: 
gorra, pantalón y zapatos.

Eres como la veleta 
que hay encima de la torre,
viene un viento y otro viento,
y a todos les correspondes.

Entre un rosal y una zarza,
creció una flor amarilla,
con tantas y tantas penas,
que se murió el mismo día.

Ojitos míos llorad,
lágrimas tened paciencia,
que el que nace desgraciado,
desde chiquitito empieza.

Desde el día que nacemos,
a la muerte caminamos,
no hay cosa que mas olvidemos
y que mas cierta tengamos.

Arbolito te secaste,
teniendo el agua en el pie,
en el tronco la firmeza
y en la ramita el querer.

Chiquitita y redondita,
como grano de cebada,
lo que tienes de chiquita,
lo tienes de resalada.

La hermosura de los cielos,
cuando dios la repartió
no estarías tu muy lejos 
cuando tanta te tocó.

En las montañas de Jaca
me acordé de ti, salero,
porque me faltó la sal 
cuando estaba de ranchero.

Si quieres que te toque 
la lotería
has de dormir con el lotero 
siquiera un día,
con el lotero 
ya me he acostado 
y la lotería 
no me ha tocado.

Unos dichos:
A la cabeza hay que darle meneos.

La Noche, “pa” los lobos.

A dormir, a dormir, que se cría el sebo sin sentir. (al acostarse). 

miércoles, 6 de marzo de 2013

de las migas

El otro día Oti nos dio la receta de las migas (según un dicho popular), aquí va:

"Migas,
tantos ajos como migas,
tantos tacos de magro como ajos y como migas,
tantos trozos de tocino como tacos de magro, como ajos y como migas."

Y para demostrar que es la receta correcta, ideal y perfecta, trajo una perola (de esas de desaparecer en un suspiro). Las torrijas son de Sagrario (que también dijeron adiós en un amén).


Y para terminar con otro dicho de migas:

"Las migas del pastor, cuanto más revolcón, mejor"

Que no sabemos si quiere decir que hay que moverlas mucho mientras se hacen o que hay que moverlas mucho una vez ya comidas.
Lo pruebas y nos cuentas.

Refranes

Pilar nos trajo unos cuantos refranes de los meses y Oti y Paloma nos dijeron alguno más (al final). Aquí van todos.

En enero florece el romero.
Por San José, las golondrinas veré.
Flores de mayo, tarde o temprano, hallo.
Dice el labrador al trigo, para julio nos vemos, amigo.
Por San Martino mata a tu cochino, coge la piña al pino y prueba el nuevo vino.
Por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves.
Caracoles en abril, para mí, los de mayo para mi hermano, y los de junio, para ninguno.
Por San Pedro saca el ajo y planta el puerro.
Bueno es agosto para el azafrán, miel y mosto.
En septiembre el vendimiador corta los racimos de dos en dos.
La liebre y la seta junto al camino se encuentran.
En diciembre se hielan las cañas y se asan las castañas.

Se conoce a un león por su guarida.
Viendo el chozo se ve el melonero.

martes, 5 de marzo de 2013

¡Ay, que llueve!

El otro día cantábamos esta canción, para recordarnos lo que pasa cuando llueve


"¡Ay! Que llueve, que llueve, que llueve
Ay, que llueve que, ya está lloviendo
Y no viene, no viene, no viene
La mocita que yo estoy queriendo.
Ya me voy porque estoy empapao
Y no puedo con la tiriteeeera
¡achús! que me he costipao
Y no viene mi niña morena,
Por su madre que no la ha dejao
Porque quiere que a mí no me quiera.
Y su madre que no quiere
Y su padre que tampoco
Ella de pena se muere
Y yo me estoy volviendo loco."

Papá si me deja usted


Canción que escuchaba Cristina de Brea de Tajo, cuando era pequeña a su madre, pero que cuando llegaba a la estrofa del capón se callaba para que no aprendiese la parte más “interesante”:



“Papá si me deja usted
Un ratito a la alameda (bis)
Con las hijas del rey Moro (bis)
Que llevan rica merienda (bis)
Y a la hora de merendar  (bis)
Se perdió la más pequeña  (bis)
Su padre la fue a buscar  (bis)
Calle arriba calle abajo  (bis)
Dónde la vino a encontrar  (bis)
En una casa vecina  (bis)
Hablando con su  galán  (bis)
Estas palabras decían  (bis)
Mi abuela tiene un corral  (bis)
Todo lleno de gallinas  (bis)
Y en medio tiene un peral  (bis)
Que cría las peras finas  (bis)
Y encima tiene un capón  (bis)
...”

Javier Asensio, admirado folclorista y amigo, nos envía este comentario para ayudarnos a completar la cancioncilla (¡muchas gracias!):

Creo que sobra lo del capón, motivo por el que se atasca. Caben variantes.

"y en la ramita mas alta
había un tortolita
por el pico echaba sangre
y por las alas decía
que tontas son las mujeres
que de los hombres se fían
a los hombres garrotazos
y a las mujeres rosquillas
a las niñas de este corro
un plato de natillas
y a los niños por ser malos
un palito en las costillas". 

Teatrillo

Pilar nos deja este chascarrillo parecido al de "hola Don Pepito":


"-Petrita ¿viste a mi gato?
--No, ni aquí ni allá.
-¿Por eso te das mal rato?
--Es que el pinchinche minino, 
es un gato seductor;
se lava como un señor ,
y nunca ha probado el vino."

Coplillas

Nos manda Belén, de Molina de Aragón (Guadalajara), unas cuantas coplillas que cantaba su abuela Juana Guillén Perruca.

"Mi corazón a tus pies, 
lo ves y no lo levantas, 
¡lástima de corazón
que no duerme ni descansa!

Corazones partidos 
yo no los quiero, 
que cuando doy el mío, 
lo doy entero.

Por una pepita muero, 
pepita y no de melón,
que es Pepita que yo tengo, 
dentro de mi corazón.

El primer amor que tuve 
lo metí en un agujero 
y al llegar la primavera, 
los chinches se lo comieron.

Si me quisieras tú a mí 
lo mismo que yo te quiero, 
ni tú me querrías más, 
ni yo te querría menos.

Me quisiste y te quise, 
y agradecí tu fineza,
me olvidaste te olvidé, 
tú contento y yo contenta.

Te quise porque te vi,
y te vi porque Dios quiso,
y al ver cual poco me quieres,
me pesa el haberte visto.

Dicen que el casar, casar,
yo también me casaría,
si la vida de casado
fuera como el primer día.

Piensa las que se casan 
que van al cielo,
salen del purgatorio 
y van al infierno.

Si me caso y tengo suegra 
ha de ser con condición:
Que si al año no se ha muerto, 
la tiro por el balcón.

En tu puerta planté un pino
y en tu ventana un manzano,
solo por verte coger
manzanitas con tu mano.

Toda la noche he estado 
pisando la nieve fría,
solo por venir a verte, 
Juanita del alma mía.

Zapatito, zapatito, quien fuese zapatito 
de ese pulidito pie,
para ver de vez en cuando 
lo que el zapatito ve.

Capullito, capullito, 
ya te vas volviendo rosa,
ya te va llegando el tiempo 
de decirte alguna cosa.

En el mar hay un pescado 
que tiene la cola azul,
desengáñate Juanita, 
que tu novio es un gandul.

En el mar hay un pescado 
que tiene la cola verde,
desengáñate Juanita, 
que tu novio no te quiere.

Avecilla vuela hasta el cielo
y ve y dile a mi amado:
no me olvides, no me olvides, 
que yo no te he olvidado.

El día que me casé 
me tocó la lotería,
casé con hombre de bien,
que era lo que yo quería."

lunes, 4 de marzo de 2013

Canción del Día del Árbol de Arbancón


Magdalena canta la canción creada en Arbancón (Guadalajara) para conmemorar el Día del Árbol, que se celebra en el mes de marzo.



"Cantemos al árbol que voy a plantar
si Dios le protege del frío y del viento
salud y riqueza dará
salud y riqueza dará.
Lo mismo da en el campo
la sombra al caminante
que da en el cementerio
la sombra de una cruz.
Para el aire puro, campestres aromas
para el caminante regala su sombra.
Y si yo algún día llegase a morir
dejaré en el mundo un árbol siquiera
plantado por mí.
Cantemos al árbol que voy a plantar
si Dios le protege del frío y del viento
salud y riqueza dará
salud y riqueza dará".

Al pasar por Toledo

Carmen recuerda una canción popular empleada en juegos infantiles. Por lo que se ve esta canción se podía utilizar para jugar a comba (con dubles en cada tercer verso), también para pasillo, gomas e, incluso, para un pequeño baile infantil.


"Al  pasar por Toledo
me corté un dedo,
me salió sangre,
y la Marimorena
me dio un pañuelo
para limpiarme.
Y después del pañuelo
me dio una cinta
para mi pelo,
y después de la cinta
me dio recuerdos
para mi abuelo".

domingo, 3 de marzo de 2013

A la zapatilla por detrás

El grupo canta una canción popular tradicionalmente entonada en juegos infantiles de corro.



 

"A la zapatilla
por detrás,
tris, tras.
Ni la ves,
ni la verás,
tris, tras.
Mirar para arriba,
que caen judías.
Mirar para abajo,
que caen garbanzos.
A dormir, a dormir,
que vienen los reyes magos".

Quisiera ser tan alta como la luna


El grupo canta una conocidísima canción popular infantil.




"Quisiera ser tan alta
como la luna,
¡ay! ¡ay!,
como la luna,
como la luna,
para ver los soldados
de Cataluña,
¡ay! ¡ay!,
de Cataluña,
de Cataluña.

De Cataluña vengo
de servir al rey
¡ay! ¡ay!,
de servir al rey,
de servir al rey,
con licencia absoluta
de mi coronel,
¡ay! ¡ay!,
de mi coronel,
de mi coronel.

Al pasar por el puente
de Santa Clara,
¡ay! ¡ay!,
de Santa Clara,
de Santa Clara,
se me cayó el anillo
dentro del agua,
¡ay! ¡ay!,
[dentro del agua,
dentro del agua]".

Pin pon

El grupo canta algunas de las estrofas más conocidas de esta canción infantil tradicional.


 

"[Pin pon es un muñeco
con cara] de cartón
se lava la carita
con agua y con jabón

Se desenreda el pelo
con peine de marfil
y aunque le den tirones
no llora ni hace así
[...]"

Los tres Alpinos

 El grupo recuerda algunas estrofas de esta canción tradicional.



 

"Eran tres alpinos que venían de la guerra
eran tres alpinos que venían de la guerra
Ría, ría, rataplán
Que venían de la guerra.

El más pequeño lleva un ramo de flores
el más pequeño lleva un ramo de flores
Ría, ría, rataplán
Traía un ramo de flores.

En el castillo había una princesa,
en el castillo había una princesa, 
Ría, ría, rataplán
había una princesa.

Y la princesa que estaba en la ventana
y la princesa que estaba en la ventana
Ría, ría, rataplán
Estaba en la ventana.

¡Oh, bello alpino!, regálame esas flores
¡Oh, bello alpino!, regálame esas flores
Ría, ría, rataplán
Regálame esas flores.

Te las daré si te casas conmigo
te las daré si te casas conmigo
Ría, ría, rataplán
Si te casas conmigo

Para casarme [...]"

Soy la reina de los mares

El grupo canta una conocida canción infantil popular.




"[Soy la reina de los mares
Y ustedes lo van] a ver
Tiro mi pañuelo al suelo
Y lo vuelvo a recoger

Pañuelito, pañuelito
Quién te pudiera tener
Guardadito en el bolsillo
Como [un pliego de papel]"

Canción del Cucufate

El grupo canta esta breve canción popular.



 

"Cucufate, cucufate
sólo me queda un bombón
un bombón de chocolate
del tamaño de un melón.
¡Ay!, un bombón
un bombón de chocolate"

La chata Merengüela

El grupo recupera algunas estrofas de una de las canciones populares infantiles más recordadas.




"[La chata Merengüela, güi, güi, güi,
como es tan fina, trico, trico, tri,
como es tan fina, lairó, lairó,
lairó, lairó, lairó,
lairó.

Se pinta los colores, güi, güi, güi,]
con gasolina, trico, trico, tri,
con, gasolina lairó, lairó,
lairó, lairó, lairó,
lairó.
Y su madre le dice, güi, güi, güi,
quítate eso, trico, trico, tri
quítate eso, lairó, lairó,
lairó, lairó, lairó,
lairó.
Que va venir tu novio, güi, güi, güi,
a darte un beso, trico, trico, tri,
a darte un beso, lairó, lairó,
lairó, lairó, lairó,
lairó.
Mi novio ya ha venido, güi, güi, güi,
ya me lo ha dado, trico, trico, tri,
ya me lo ha dado, [lairó, lairó,
lairó, lairó, lairó,
lairó.
Y me ha puesto la cara, güi, güi, güi,
muy colorada, trico, trico, tri,
muy colorada, lairó, lairó,
lairó, lairó, lairó,
lairó]."

Han puesto una librería

El grupo recupera algunas estrofas de esta canción popular infantil que solía utilizarse en juegos de pasillo.



 

"Han puesto una librería
con los libros muy baratos,
con un letrero que dice:
aquí se vende barato.

Madre, deme usted la capa,
que me voy a torear,
que me han dicho los toreros
que el toro me va a matar.

A mí no me mata el toro
ni tampoco los toreros;
a mí me mata una niña"
[...]

Estaba el señor Don Gato

El grupo recuerda las estrofas más conocidas de esta canción infantil tradicional.



 



"Estaba el señor Don Gato
sentadito en su tejado,
marrama-miau, miau, miau
sentadito en su tejado.

Ha recibido una carta
que si quiere ser casado,
marrama-miau, miau, miau
que si quiere ser casado.

Con una gatita parda
sobrina de un gato pardo,
marrama-miau, miau, miau
sobrina de un gato pardo.

Al decidir ir a verla
Se ha caído del tejado
marrama-miau, miau, miau
Se ha caído del tejado

Se ha roto siete costillas
y el espinazo y el rabo,
marrama-miau, miau, miau
el espinazo y el rabo,

Ya lo llevan a enterrar
[por la calle del pescado,
marrama-miau, miau, miau
por la calle del pescado]"

Habanera del soldadito

El grupo recuerda algunas estrofas de esta habanera popular.